miércoles, 8 de agosto de 2007

I. ORACIÓN

Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el Cielo, un grito de reconocimiento y de amor, tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría. Así describe la oración Santa Teresa del Niño Jesús, citada por el Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2558.

Esta elevación del alma hacia Dios, unas veces se expresa con palabras (oración vocal) y otras veces en una conversación interior con el Señor (oración mental o meditación).

ORACIONES VOCALES

Jesús recitaba oraciones vocales, y las enseñó a sus discípulos, a nosotros. Otras oraciones fue­ron dictadas por el Espíritu Santo, compuestas por la Iglesia o por los santos. Algunas las apren­dimos de nuestras madres. Las oraciones que vie­nen a continuación, y todas las oraciones vocales, alimentan siempre nuestro Amor a Dios.

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CATEQUESIS ESCOLAR

POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ

Por la señal (+)

de la Santa Cruz (+)

de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre (+) y del Hijo

y del Espíritu Santo. Amén

PADRENUESTRO

Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad

en la tierra como en el Cielo.

Danos hoy

nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

AVEMARÍA

Dios te salve, María,

llena eres de gracia;

el Señor es contigo,

bendita Tú eres

entre todas las mujeres,

y bendito es el fruto

de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros, pecadores,

ahora

y en la hora de nuestra muerte. Amén

GLORIA

Gloria al Padre,

y al Hijo,

y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,

ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén

SEÑOR MÍO JESUCRISTO

Señor mío Jesucristo,

Dios y Hombre verdadero,

Creador, Padre y Redentor mío.

Por ser Vos quien sois, Bondad infinita,

y porque os amo sobre todas las cosas,

me pesa de todo corazón de haberos ofendido;

también me pesa porque podéis castigarme

con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia,

propongo firmemente nunca más pecar,

confesarme y cumplir la penitencia

que me fuere impuesta. Amén.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Ven, Espíritu Santo,

llena los corazones de tus fieles,

y enciende en ellos el fuego de tu amor.

V/. Envía tu Espíritu y serán creados

R/. Y renovarás la faz de la tierra.

Oración

Oh Dios, que has instruido

los corazones de tus fieles

con la luz de Espíritu Santo,

concédenos que,

guiados por este mismo Espíritu,

conozcamos las cosas rectas

y gocemos siempre de tus consuelos.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

SALVE

Dios te salve,

Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra;

Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;

a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,

en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,

vuelve a nosotros

esos tus ojos misericordiosos;

y después de este destierro

muéstranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima, oh piadosa,

oh dulce siempre Virgen María!

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

R/. Para que seamos dignos de alcanzar

las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ACORDAOS

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,

que jamás se ha oído decir

que ninguno de los que han acudido a vuestra pro­tección,

implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro auxilio,

haya sido abandonado de Vos.

Animado con esta confianza,

a Vos también acudo,

¡oh Madre Virgen de las vírgenes!;

y gimiendo bajo el peso de mis pecados,

me atrevo a comparecer

ante vuestra presencia soberana.

No desechéis, oh Madre de Dios, mis humildes

súplicas;

antes bien, escuchadlas y acogedlas favorablemente.

Amén.

¡OH, SEÑORA MÍA!

¡Oh, Señora mía! ¡Oh , Madre mía!

Yo me ofrezco del todo a Vos,

y en prueba de mi filial afecto,

os consagro en este día

mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón;

en una palabra, todo mi ser.

Ya que soy todo vuestro, Madre de bondad,

guardadme y defendedme como cosa y posesión

vuestra. Amén.

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza,

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada, María,

te ofrezco desde este día,

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión.

No me dejes, Madre mía.

ÁNGELUS

V/. El Angel del Señor anunció a María.

R/. Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve, María ...

V/. He aquí la esclava del Señor.

R/. Hágase en mí según tu Palabra. Dios te salve, María ...

V/. Y el Verbo de Dios se hizo Hombre.

R/. Y habitó entre nosotros. Dios te salve, María ...

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames

tu gracia en nuestras almas,

para que los que, por el anuncio del Angel,

hemos conocido la Encarnación de tu Hijo

Jesucristo,

por su Pasión y su Cruz

seamos llevados a la gloria de la Resurrección.

Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

REGINA COELI

V/. Alégrate, Reina del Cielo; aleluya.

R/. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.

V/. Ha resucitado, según predijo; aleluya.

R/. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.

V/. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.

R/. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

Oración

¡Oh Dios!, que te dignaste alegrar al mundo

por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo;

concédenos que,

por la mediación de la Virgen María, su Madre,

alcancemos los gozos de la vida eterna.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SANTO ROSARIO

Misterios Gozosos (lunes y jueves)

1º. La Encarnación del Hijo de Dios.

2º. La Visitación de María a su prima Santa Isabel.

3°. El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén.

4°. La Purificación de Nuestra Señora.

5º. El Niño perdido y hallado en el Templo.

Misterios Dolorosos (martes y viernes)

1°. La oración del Huerto.

2º. La flagelación del Señor.

3º. La coronación de espinas.

4°. La Cruz a cuestas.

5°. Jesús muere en la Cruz.

Misterios Gloriosos (miércoles, sábados y domingos)

1º. La Resurrección del Señor.

2°. La Ascensión del Señor.

3º. La venida del Espíritu Santo.

4°. La Asunción de Nuestra Señora.

5º. La Coronación de María Santísima.

Letanías

A las siguientes advocaciones, se responde repitiendo lo mismo.

Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad

Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos

A las siguientes advocaciones se responde. "Ten pie­dad de nosotros".

Dios Padre celestial

Dios Hijo, Redentor del mundo

Dios Espíritu Santo

Trinidad Santa, un solo Dios

A las siguientes advocaciones se responde.. "Ruega por nosotros".

Santa María

Santa Madre de Dios

Santa Virgen de las vírgenes

Madre de Cristo

Madre de la Iglesia

Madre de la divina gracia

Madre purísima

Madre castísima

Madre intacta

Madre incorrupta

Madre inmaculada

Madre amable

Madre admirable

Madre del buen consejo

Madre del Creador

Madre del Salvador

Virgen prudentísima

Virgen digna de veneración

Virgen digna de alabanza

Virgen poderosa

Virgen clemente

Virgen fiel

Espejo de justicia

Asiento de la sabiduría

Causa de nuestra alegría

Vaso espiritual

Vaso digno de honor

Vaso insigne de devoción

Rosa mística

Torre de David

Torre de marfil

Casa de oro

Arca de la alianza

Puerta del Cielo

Estrella de la mañana

Salud de los enfermos

Refugio de los pecadores

Consuelo de los afligidos

Auxilio de los cristianos

Reina de los Angeles

Reina de los Patriarcas

Reina de los Profetas

Reina de los Apóstoles

Reina de los Mártires

Reina de los Confesores

Reina de las Vírgenes

Reina de todos los Santos

Reina concebida sin pecado original

Reina asunta al Cielo

Reina del santísimo Rosario

Reina de la paz

V/. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,

R/. Perdónanos, Señor.

V/. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,

R/. Escúchanos, Señor.

V/. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,

R/. Ten misericordia de nosotros.

Oración

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios.

No desoigas nuestras súplicas en las necesidades;

antes bien, líbranos siempre de todos los peligros,

Virgen gloriosa y bendita.

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R/. Para que seamos dignos de alcanzar las prome­sas de nuestro Señor Jesucristo.

ÁNGEL DE MI GUARDA

Ángel de mi guarda,

dulce compañía,

no me desampares

ni de noche ni de día;

no me dejes solo,

que me perdería.

BENDICIÓN DE LA MESA

V/. Bendícenos, Señor,

a nosotros y a estos alimentos

que vamos a recibir de tu mano generosa.

Por Cristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

V/. El Rey de la Gloria eterna

nos haga partícipes

de la mesa celestial.

R/. Amén.

ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE COMER

V/. Te damos gracias,

Dios omnipotente,

por todos tus beneficios,

Tú que vives y reinas

por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

BENDICIÓN DE VIAJE

Por la intercesión de Santa María,

tengamos buen viaje:

que el Señor esté en nuestro camino

y sus ángeles nos acompañen.

JACULATORIAS

"Jaculatoria" procede de la palabra latina "iacula­ta", que significa "flecha, dardo arrojadizo". Para diversos momentos y circunstancias de tu vida dia­ria, dispones de frases breves que lanzas hacia el Cielo; oraciones vocales que encienden tu fe, tu esperanza y tu Amor. Además de las advocaciones de la Letanía, que son jaculatorias, puedes decir muchas más, entre ellas:

- Bendito sea Dios

- Gracias a Dios

- Para Dios toda la Gloria

- Señor, si quieres, puedes limpiarme

- Señor, Tú sabes todo: Tú sabes que te amo

- Señor, creo; pero ayuda mi incredulidad

- Señor, auméntame la fe

- Señor, no soy digno

- Señor mío y Dios mío

- Viva Jesús Sacramentado

- Jesús, Jesús: sé para mí siempre Jesús

- Ven, Señor Jesús

- Ven, Espíritu Santo

- Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío

- Corazón dulcísimo de María, sed mi Salvación

- Ave María purísima, sin pecado concebida

- Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra

- Jesús, José y María: os doy mi corazón y el alma mía

- Jesús, María y José: que esté siempre con los tres

- Ángel Custodio, defiéndeme en la lucha

MEDITACIÓN

Es clásica la definición de meditación de Santa Teresa, que hace suya el Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2709: No es otra cosa oración men­ta¿ a mi parecer, sino tratar de amistad estan­do muchas veces a solas con quien sabemos nos ama.

A la meditación vas a comprender mejor el inmenso amor que Dios te tiene y a tratar de corres­ponderle y de hacer en todo su amable Voluntad. El alma se dispone a escuchar al Espíritu Santo en un clima de silencio interior. Busca cada día, un momento para quedarte a solas con el Señor y con­taros vuestras cosas.

Para iniciar este diálogo diario con Dios, puedes leer algo: un pasaje del Evangelio, un texto de la Liturgia, algún escrito de un maestro de espirituali­dad. Conviente pedir ayuda al Cielo antes de orar y, acabada la meditación, dar gracias a Dios por los bienes recibidos; el Beato Josemaría Escrivá compu­so estas respectivas fórmulas.

AL COMIENZO DE LA MEDITACIÓN

Señor mío y Dios mío:

creo firmemente que estás aquí,

que me ves, que me oyes;

te adoro con profunda reverencia,

te pido perdón de mis pecados

y gracia para hacer con fruto este rato de oración.

Madre mía Inmaculada,

San José, mi Padre y Señor,

Angel de mi guarda,

interceded por mí.

AL TÉRMINO DE LA MEDITACIÓN

Te doy gracias, Dios mío,

por los buenos propósitos,

afectos e inspiraciones

que me has comunicado

en esta meditación.

Te pido ayuda

para ponerlos por obra.

Madre mía Inmaculada,

San José, mi Padre y Señor,

Angel de mi guarda,

interceded por mí.

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